- Según la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud Familiar – ENDES del año 2014, el 32,3% de las mujeres en Perú sufrió violencia física en algún momento de su vida.
- Esta información fue compartida durante el Foro VISIONES, evento para abordar esta problemática desde la mirada empresarial y conocer los beneficios que conlleva la implementación de buenas prácticas en la organización.
Lima, marzo del 2016.- Visiones llevó a cabo el foro Mujer y Violencia ¿Qué puede hacer mi empresa?, en el que se dio cuenta no sólo de la problemática que significa la violencia de género contra la mujer, sino también las herramientas y buenas prácticas para detectar la violencia de género en las organizaciones; y los beneficios de trabajar esta temática que redunda en la competitividad y la generación de valor compartido por parte de las empresas.
El Foro, evento organizado por la Cámara Oficial de Comercio de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, contó con la participación de Marcela Huaita Alegre, Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; Ana María Mendieta, Viceministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú; Ernesto de Zulueta, Embajador de España en el Perú, Miguel Lorente, Médico forense, Profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, y ex delegado del Gobierno para la violencia de género; Arístides Vara Horna, Investigador y consultor internacional en ciencias empresariales y género; entre otros destacados expositores.
Más de un 30% de las mujeres peruanas reportan haber sufrido violencia física en algún momento de su vida:
Según la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud Familiar – ENDES del año 2014, el 32,3% de las mujeres en Perú sufrió violencia física en algún momento de su vida, mientras que el 72,4% de las mujeres alguna vez unidas sufrieron algún tipo de violencia por parte del esposo o compañero (física, sexual o psicológica). Esta violencia llevó a que 55 mujeres fueran asesinadas desde enero hasta octubre del 2015 en lo que se conoce y está tipificado como delito de feminicidio.
En su intervención, el Embajador de España señaló que “la violencia de género constituye una lacra en nuestras sociedades, un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres. No es un problema aislado, puntual o privado; es un problema con hondas raíces estructurales, un crimen que afecta a toda la sociedad en su conjunto y limita el desarrollo de los países”. Sostuvo que la tarea para erradicar la violencia de género es compartida, donde “todos y todas, seamos gerentes generales de grandes, medianas o pequeñas empresas, o bien colaboradores y colaboradoras, tenemos capacidad para establecer políticas de tolerancia cero contra la violencia”.
Finalmente reafirmó el sólido compromiso de la Cooperación Española al objeto de continuar apoyando los esfuerzos que el Estado y la sociedad civil peruanas están realizando ante esta compleja problemática y reconocer, asimismo, la voluntad de las empresas españolas para respaldar y sumarse a estas iniciativas.
Violencia de género y el rol de la empresa para apoyar su erradicación
Uno de los ambientes donde históricamente se ha desarrollado violencia de género en contra de la mujer, además del ámbito familiar, es la oficina. Según los primeros cálculos en esta materia, la violencia de género equivaldría a más de 3 puntos del PBI, es decir, genera altos costos para la economía, la competitividad y las cadenas de valor.
Sin embargo, hoy en día las empresas modernas vienen trabajando bajo modelos cada vez más competitivos, para lograr generar mejores ambientes laborales, retener talento y aportar cada vez más valor a su marca como empleador.
Las empresas, que operan en contextos con grandes desafíos sociales como el peruano, no presentan condiciones para el pleno desarrollo personal y laboral de las mujeres. La violencia de género, en todas sus formas, es un tema clave que toda empresa con visión de futuro no puede soslayar.
“La violencia contra la mujer en el entorno de las MYPE tiene un impacto económico negativo, debido a que ocasiona menos horas de trabajo, sobrecostos por atención médica y otros gastos de bolsillo, incapacidad laboral por problemas emocionales o estrés, e incluso robo o pérdida de ganancias”, indicó Arístides Vara Horna, Investigador y consultor internacional en ciencias empresariales y género, y Director del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos de la Universidad de San Martín de Porres.
Asimismo, una investigación de la USMP, denominada ‘Los costos de la violencia contra las mujeres en las microempresas formales peruanas’, de la USMP, detalla que el 72% de las propietarias de un negocio que factura entre US$25 mil y US$170 mil sufre de algún tipo de violencia (psicológica, física o sexual).
Por su parte, Miguel Lorente, Profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, y ex delegado del Gobierno para la violencia de género, agregó: “Los costes no son sólo en dólares, también lo son en capital humano y en cohesión social. La violencia contra las mujeres las deshumaniza, y un capital humano deshumanizado convierte a las empresas en espacios de trabajo deshumanizados. Si las empresas trabajan para obtener beneficios que redunden en la sociedad, la manera de incrementarlos es trabajar también para dar respuesta a la violencia de género que sufren sus trabajadoras, y de ese modo obtener más beneficios empresariales que se trasladaran a la sociedad en su parte económica y humana. Ello exige desarrollar planes de igualdad para la prevención, detección, atención de la violencia de género, y para la promoción de la igualdad.”.
Respecto a las herramientas de gestión que vienen desarrollando las empresas para fomentar la equidad de género se encuentran: las licencias especiales, como en casos de emergencias, duelos, matrimonio; retorno post natal gradual, 14 medias jornadas adicionales y 1 hora de lactancia al día durante 1 año; flexibilidad horaria, 1 hora 30 ‘’ a la entrada y a la salida; pago de estudios para hijos con discapacidad, así como un plan de seguro de salud para hijos de hasta 25 años; a pesar de que la legislación indique que sea hasta los 18 años.
En esa línea, Carlos Temboury, Country Manager ENEL Perú, explicó que estas prácticas permiten incrementar la productividad y contribuir a un buen clima laboral, disminuir el ausentismo, lograr mayor compromiso con la empresa y sentimiento de respaldo corporativo, así como mejorar la imagen interna y externa. También señaló el compromiso que tiene la empresa para luchar contra todo signo de violencia de género en su entorno laboral, a través de sesiones de capacitación sobre el tema a todo su personal, implementando la ley de acoso y hostigamiento sexual, incorporando el lenguaje inclusivo y de respeto entre hombres y mujeres, entre otras iniciativas.
Acerca de Visiones
VISIONES es un espacio de consenso de las entidades españolas en Perú que busca aportar al país reflexión y articulación sobre la inversión responsable y el desarrollo sostenible, convocando al sector público, empresas, organizaciones de la sociedad civil y academia para la promoción de la institucionalidad.