En nuestros días, el 30% de viviendas en Perú no tienen acceso a agua potable y el 13% carece de instalaciones sanitarias (Fuente: Informe Sobre Desarrollo Humano. Perú 2009). Estas carencias suponen un menor desarrollo humano, puesto que conllevan mayores niveles de riesgo de morbilidad y contaminación, que, a su vez, implican menores libertades y oportunidades para la población afectada.
Desde el Programa de Sostenibilidad ambiental y cambio climático de la OTC- AECID Perú, queremos aprovechar la celebración del Día Mundial del Agua 2011 para recordar esta situación, así como para hacer hincapié en dos aspectos clave: el enfoque de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos o de Gestión de Cuencas, y el reconocimiento jurídicamente vinculante del Derecho Humano al Agua.
La Gestión Integrada de los Recursos Hídricos considera las cuencas hidrográficas como unidades de planificación, e implica que el agua se administre incorporando las dimensiones sociales, económicas y ambientales, buscando garantizar así el equilibrio y las sostenibilidad del sistema. Bajo este enfoque, por tanto, se da una importancia especial a acciones como la protección o recuperación de nacientes y áreas de recarga acuífera, que contribuyen a la preservación de las fuentes de agua. La AECID en Perú lleva trabajando casi 20 años bajo este enfoque, habiendo materializado una propuesta concreta a través del proyecto de Gestión Integral de la Cuenca Binacional Catamayo-Chira bajo la forma del PLAN DE ORDENAMIENTO, MANEJO Y DESARROLLO de la Cuenca - POMD.
Por su parte, el reconocimiento jurídicamente vinculante del Derecho Humano al Agua Potable y al Saneamiento Básico constituiría un importante paso adelante, puesto que obligaría a los Estados a garantizar el acceso a estos servicios esenciales, que son condición indispensable para la realización de otros Derechos Humanos, como el derecho a la educación, a la salud o a la vivienda digna. En esta línea, es notable la contribución que España viene haciendo al incremento de la cobertura de agua y saneamiento básico para la Región de América Latina y El caribe, a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento.
Pero no olvidemos que nosotras y nosotros, desde nuestras acciones diarias también podemos contribuir con una mejor gestión del agua. Por ejemplo, si cerramos el caño cuando nos lavamos los dientes, podemos ahorrar hasta 10 litros; si cambiamos el baño por una ducha y cerramos el caño cuando nos enjabonamos, ahorraremos unos 150 litros; y si reparamos un caño que gotea, podemos evitar la pérdida de 80 litros de agua al día. Igualmente, si evitamos utilizar el sistema de saneamiento para eliminar aceites y grasas, estaremos contribuyendo notablemente a conservar al agua. Seamos solidarios y solidarias, y contribuyamos al uso responsable del agua
¡Unámonos por una gestión integral, responsable y sostenible del agua!